El neurólogo Antonio Martín ha analizado algunas de las actividades que gran parte de la sociedad suele realizar antes de ir a la cama. Una cena copiosa, el uso de móviles o tablet en la cama y la actividad física pueden ser unos factores fundamentales para que nuestro cerebro no descanse en el momento adecuado.
El sueño es una necesidad impuesta por la biología porque, según el experto, "el cerebro necesita resetearse, eliminar lo superfluo y muchas veces la creatividad humana ha aparecido durante el descanso nocturno. El sueño es un tercio de nuestra vida y no podemos cambiarlo".
Una de las cosas que hay que evitar a toda costa es realizar cualquier actividad deportiva horas antes de ir a la cama. Ir al gimnasio a las 21:30 horas puede provocar que nuestro organismo se active en un momento en el que debería estar listo para la relajación. "Ir a hacer deporte por la noche produce una superexcitación del sistema nervioso que dificulta la entrada del sueño", matiza Martín.
Otro de los grandes errores que suelen detectar los médicos es consumir una cena copiosa basada en gran cantidad de grasas e hidratos. Ante este tema el doctor ha sido bastante claro con lo que hay que hacer: "Se recomienda una cena sin grasas ni proteínas y de ser posible, de fácil digestión".
El neurólogo explica que todos los humanos "debemos cenar dos horas antes de ir a la cama". Ese es el tiempo exacto y además añade que hay que evitar consumir "mucha cantidad de hidratos carbono y proteínas por la noche porque altera el sistema digestivo".
El ser humano dormita por una hormona que segrega nuestro cerebro, la melatonina, que se produce cuando la oscuridad es mayor y disminuye por las mañanas, aunque puede ayudar bajar persianas para hacer que el cerebro reaccione.
Mantener esa cierta oscuridad es uno de los elementos vitales para conciliar el suelo y el uso del móvil o la tablet son el mayor enemigo para nuestro organismo. "Esa pantalla está emitiendo una luz que te está excitando unos receptores que hay en la retina y que activan los sistemas de alerta. Al final estamos haciendo un retraso de la latencia del sueño", explica el experto.