Además de ofrecer un testimonio exclusivo de Miguel Ricart, único detenido y condenado por el asesinato de las tres niñas de Alcàsser, Miriam, Toñi y Desireé, 'En el punto de mira' ha conseguido hablar con dos miembros de su familia.
El primero que ha hecho declaraciones sobre aquel fatídico día en que las tres jóvenes fueron asesinadas de un tiro en la cabeza en La Romana, ha sido el hermano de Ánglés, que se tuvo que cambiar el apellido tras lo ocurrido para poder conseguir trabajo.
Miguel Ricart aseguró públicamente que este familiar no había contado "todo lo que sabía sobre el caso", pero, en este programa, él lo ha desmentido por completo, repitiendo que, en su momento, se lo contó "todo a la policía" y diciendo que, en todo caso, "puede ser Miguel Ricart el que necesite pasar por el detector de mentiras".
Además, Boro Barber ha conseguido hablar cara a cara con la madre de Antonio Anglés, quien por fin ha contestado a la pregunta que nunca se supo contestar: si fue ella la que le dio a su hijo los dos millones de pesetas y si fue él mismo quien se los pidió. Su respuesta en los dos casos ha sido la misma: "Sí".
Tras esta confesión, la madre del fugitivo ha dicho que, desde que se fue, no ha vuelto a ver ni a tener noticias de su hijo, por lo que ha perdido "toda la esperanza" de que esté vivo. Incluso tiene una teoría de lo que le pasó: "Creo que murió cuando se tiró del barco en medio del mar. Que se le comió un tiburón".