¿Has oído hablar de la justicia restaurativa? Los encuentros entre condenados y víctimas forman parte de un proceso del que probablemente aún no hayas oído hablar. La justicia restaurativa se va extendiendo poco a poco por las cárceles de nuestro país y consiste en talleres que los presos que quieren pedir perdón a sus víctimas realizan en sus prisiones y centros de reinserción social.
El objetivo de la justicia restaurativa no es otro que el de reparar el daño causado a las víctimas y que los delincuentes tomen conciencia real de sus delitos. ¿Qué requisitos deben cumplir estos presos para realizar estos talleres de arrepentimiento? ¿Están realmente arrepentidos de sus actos o lo hacen por los beneficios penitenciarios que obtienen de ellos?
‘En el punto de mira’ se ha reunido con Ángel Luis Ortiz, el Secretario General de Instituciones Penitenciarias, y gran defensor de la justicia restaurativa: “Queremos que esta nueva forma se expanda a todos los casos, excepto a la violencia de género donde no se permite por ley”.
Estos encuentros entre víctima y condenados pueden ser solicitados por cualquiera de las dos partes: “En muchas ocasiones las víctimas reúsan encontrarse con los acusados, pero también en una ocasión ocurrió al contrario, decidimos que un agresor asexual no estaba preparado para reunirse con su víctima pese a que ella así lo había pedido”.
Uno de estos presos arrepentidos es Julio, un atracador que, por sus problemas con las drogas, robó varios bancos. Julio no dudó en mandar una carta a la mismísima Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander, pidiendo su perdón y explicándole los motivos que le llevaron a atracar varias de sus sucursales.
Julio ha pasado más de media vida entre rejas: “Robaba bancos porque tenía que conseguir dinero para la droga y no soy capaz de hacer otra cosa, era la forma de conseguir dinero en la que menos daño hacía a los demás”.