Cristina y su presunta estafadora eran amigas íntimas, lo que aprovechó la investigada para aprovecharse de ella y sacarle hasta 70.000 euros en viajes, regalos… y hasta la reforma de su casa. Todo el equipo de ‘En el punto de mira’ se ha quedado de piedra al conocer la historia.
Todo comenzó porque Cristina tiene un hijo enfermo y los médicos no daban con cuál era el problema exactamente. Tenía intolerancias alimentarias, entre ellas, a la leche. La presunta estafadora se aprovechó de esta circunstancia para que su amiga hiciera todo lo que la pedía. Para ello, la dijo que estaba poseída por el santo Manuel, un curandero del que la víctima era devota, y que si cumplía sus deseos acabaría por curar al niño.
Cristina hacía todo lo que su supuesta amiga le decía, lo que incluía llevarla de viaje, darle todas sus pertenencias, reformarle la casa y pagarle las facturas. Eso le supuso graves problemas económicos que le impidieron pagar el alquiler e incluso se vio en la necesidad de pedir ayuda en su familia para poder comer.
La amiga llevaba a cabo también rituales supuestamente encaminados a curar al niño y Cristina recuerda uno de ellos con mucho dolor. “Nos tiraba de los pelos, nos clavaba cosas en las piernas… y un día cogió un cartón de leche para echárselo encima al niño (era alérgico). El niño fue gritando y llorando por toda la casa”, cuenta.
Ahora ya ha denunciado, pero su hermana gemela sigue del lado de la presunta estafadora. Cuando el equipo del programa acude a la casa de la supuesta delincuente para escuchar su versión, se encuentran con que la hermana de Cristina entra a la casa. Ninguna da declaraciones.