Diego Martínez llevaba siete años trabajando en un supermercado y cobrando menos de mil euros al mes. Harto de esa situación, decidió dar un giro a su vida y probar suerte en el mundo del criptoarte con un proyector personal. “Son personajes de animación hechos en 3D por ordenador. Cada uno lleva su abrigo, que es de la misma manera, y luego los elementos de los personajes van cambiando. Es una colección como otra cualquiera, como quien compra cromos”, ha explicado a ‘En el punto de mira’.
Cuando le conocimos estaba a punto de lanzar al mercado sus 50 piezas con un precio de salida de 180 euros por cada una. Ha estado trabajando en ellas durante dos semanas a toda máquina: “Algunas piezas llevan dos horas, otra media hora”.
Diego se comprometió a llamar a ‘En el punto de mira’ si la venta de su colección iba bien para contarnos todos los detalles, y en menos de 24 horas se puso en contacto con María Miñana. “Estoy contentísimo, se ha vendido todo en menos de ocho horas”, le dijo. En total, se embolsó 9.000 euros.
A las pocas horas de que se vendieran, sus obras ya se ofrecían por mucho más precio, lo que también le reportará beneficios. Cuando alguna pieza de su colección sea revendida por 36.000 euros, recibirá un 10% en royalties. Con este éxito, Diego ya no se plantea volver al supermercado.