Jamás nos hubiéramos imaginado que un virus fuera a provocar el mayor crack económico de nuestra historia. En solo dos meses se han destruido 950.000 empleos. Según la CEOE, 65.000 empresas podrían echar el cierre y las previsiones del Banco de España hablan de caídas de más del 15% del PIB. Sin embargo, numerosas empresas españolas se han reinventado para salir a flote y algunas incluso han disparado sus beneficios.
Un bar de Sevilla ha incorporado a su plantilla un brazo robótico capaz de tirar 600 cañas en una hora. El dueño del local asegura que no le ha quitado el puesto a ningún camarero y que su principal uso será cuando haya mucha gente, para evitar colas. Ahora es una buena manera de mantener la distancia de seguridad con los clientes, que cuando acceden al establecimiento se sorprenden con la habilidad del robot.
El confinamiento y el estado de alarma ha afectado mucho a la producción nacional, pero hay empresas que se han reinventado para adaptarse a los nuevos tiempos. Es el tiempo de una textil de Béjar, en Salamanca, que ha pasado de producir 1.000 almohadas semanales a reorientar su producción y dedicarse ahora a hacer mascarillas. Su objetivo es llegar a 800.000 diarias. De momento no llegan, aunque sí pueden presumir de haber triplicado su plantilla durante el confinamiento.
El teletrabajo está a la orden del día y son muchas las empresas que no van a volver al modelo anterior al estallido de la pandemia del coronavirus. 'En el punto de mira' habla con tres trabajadores de Idealista y con su jefe y analizan juntos las ventajas e inconvenientes de este nuevo modelo. Entre lo mejor está el hecho de ahorrar tiempo y dinero, pero en el otro lado está el hecho de que hay que afrontar el día a día, problemas incluidos, en soledad.