El Real Madrid y la necesidad de un 'nueve puro': vuelve el debate sobre la delantera blanca

El Real Madrid tiene un problema de cara a gol. Pese a que lograron endosar cinco goles al Liverpool en el partido de Champions, los blancos necesitan muchas ocasiones para poder superar al portero rival. Algo que ha provocado que se vuelva a abrir el debate del '9'.

Benzema este año no está fino. Después de una espectacular temporada pasada, el francés está siendo atacado por las lesiones y esto le está apartando de los terrenos de juego. A eso hay que sumarle que cuando juega, no está tan acertado de cara a puerta.

Esta temporada, Karim Benzema acumula 18 goles. Unos números que para muchos delanteros son inalcanzables, pero que para el Real Madrid saben a poco. El francés acumula tres encuentros sin ver portería (Atleti, Barcelona y Betis) y el conjunto blanco lo nota en los resultados.

De los tres encuentros sin marcar Benzema, el Real Madrid no ha ganado ni uno (dos empates y una derrota). Pese a que Karim no está en su mejor versión, Vinicius si está demostrando una mejoría de cara a gol, aunque insuficiente para el conjunto blanco.

El brasileño, al igual que su compañero de equipo, lleva también 18 goles esta temporada. Unos números espectaculares para Vinicius, quién siempre ha sido criticado por su falta de gol. Pero hay partido que con esto no da y la afición del Madrid pide un nueve puro.

Álvaro Rodríguez, uruguayo del Castilla que ya marcó en el derbi ante el Atlético, es ese delantero centro que el madridismo desea. Un nueve de los de antaño, alto, rematador y que sabes que es un peligro en el área para los minutos finales del partido.

Pese a su juventud, se está ganando el cariño de la afición, que ya le ve como un futuro delantero del Madrid. Pero no es el único. Con la explosión goleadora de Gonzalo Ramos con el Benfica, el portugués también es muy del gusto de la afición. Otro de los nombres es Vlahovic, quién podría asumir el rol de suplente. El último paso de un delantero de estas características fue el de Jovic, que tuvo que irse sin pena ni gloria tras varias temporadas de blanco.