El adolescente de Lancashire fue trasladado de urgencia al hospital, donde certificaron su muerte.
Un forense dictaminó que Henry Tattersall no tenía intención de suicidarse realmente y que esperaba ser descubierto, porque dejó la puerta de su habitación entreabierta.
"Soy siempre escéptico en cuanto a las intenciones de los niños, o en edades tan jóvenes. ' Creo que él se sentía culpable y estaba molesto por lo ocurrido, pero no creo que su intención fuera la de acabar con su vida", dijo el experto.
El joven había realizado compras por internet por la cantidad de 509 euros con la tarjeta de crédito de su madre, que ignoraba que su hijo se la había sustraído.
Cuando los padres descubrieron el gasto extraordinario revisaron los movimientos y confrontaron las compras que realizó en cuatro días. Esperaron a que su hijo regresara del instituto para preguntarle sobre el asunto.
La familia no estaba en condiciones de asumir esos gastos y Henry Tattersall se sintió sorprendido y disgustado al ser descubierto.
La policía investigó la muerte del joven y encontró el mensaje en Facebook, donde anunciaba su decisión, así como otros mensajes relacionados con un antiguo compañero de clase, que se había quitado la vida.
Los agentes no encontraron ninguna pista que sugiriera acoso u otra razón por la que Tattersall decidiera ahorcarse.