Cuando fue rescatada, Lauren Kavanaugh tenía ocho años de edad y pesaba poco más de once kilos. Estaba aterrorizada porque había vivido un lustro encerrada en un armario, muerta de hambre y satisfaciendo día a día los deseos sexuales retorcidos de su madre y su padastro.
A Lauren se le prohibía comer y era torturada y violada cada noche. Los pedófilos le llamaban su "pequeño secreto" solo descubierto cuando un vecino se enteró y alertó de inmediato a la policía de Dallas, en Texas, EEUU. Lauren fue entonces ingresada de urgencia y sometida a una cirugía para colocarle una bolsa de colostomía ya que sus órganos se estaban cerrando.
Tras años muy duros de recuperación física y psicológica, Lauren, que fue adoptada, es ahora un estudiante de 21 años que cuenta sin tapujos y con valentía, según recoge el 'Mirror', su terrible experiencia para poder ayudar a personas afectadas por abusos sexuales.
Su madre Barbara Atkinson y su padrastro Kenny Atkinson, de Dallas, Texas, fueron declarados culpables de abusar de Lauren en 2002 y condenados a cadena perpetua.