Muchos de los conductores atrapados expresaban su indignación, impotencia e incluso solidaridad a través de las redes sociales. Twitter despertaba la madrugada del 7 de enero de 2018 cubierto de un espeso manto de quejas. Bajo las etiquetas almohadilla nevada, almohadilla AP-6 y almohadilla AP-61, la red social se llenaba de mensajes que acumulan varios centímetros de indignación por la ausencia de información de las autoridades.
Pero en las redes, conforme la noche se iba complicando también ha ido cuajando la solidaridad. Un claro ejemplo es de Olivia que llevaba varias horas atrapada con un bebé en el coche. La calefacción se le estaba acabando e inmediatamente surgieron varios ofrecimientos como: coches particulares, comida, calefacción y hasta un autobús entero.
Su caso no ha sido único, también surgían mensajes en los que, por ejemplo, se avisaba de que el cine de Arévalo acababa de ser habilitado para acoger a todo aquel lo necesite. Pasaban las horas, llegaba la mañana y la red despertaba de una noche de pesadilla blanca, contada en tan solo 140 caracteres.