El piloto del helicóptero al ver en las aguas de Byron Bay, Australia, al tiburón de unos cuatros metros, descenció de altura para avisar al grupo de surfistas que en ese momento se encontraban en el agua para que se fueran a la orilla de la playa. Unos días antes, en el Abierto de Skullcandy Oz Grom, varios tiburones atacaron a dos personas.
Uno de los hombres está en estado crítico tras el ataque que sufrió del tiburón blanco en sus piernas en la playa del faro en Ballina. El otro hombre de 52 años, escapó ileso cuando otro tiburón le golpeó en la tabla de surf.
Cameron Lindsay, organizador de la competición, dijo: "Es una preocupación real para los padres, es una preocupación real para nosotros también tener un tiburón en la zona. "
Los organizadores ya han confirmado que la competición va continuar y han pedido un permiso al Departamento de Industrias Primarias para poder matar al tiburón blanco que atacó a varias personas.