El Real Colegio de Pediatría y Salud Infantil (RCPCH) de Inglaterra asegura que los suplementos de vitamina D deberían ser un elemento más en nuestra dieta diaria. Alertan de la gran cantidad de enfermedades que se deben a una carencia de esta vitamina y aconsejan que los niños y grupos de riesgo tomen este suplemento con regularidad.
Este organismo ha lanzado una campaña en el Reino Unido para que las embarazadas, las que están amamantando, los niños de entre seis meses y cinco años y los adultos mayores de 65 años añadan estos suplementos a su alimentación. Se cree que en las islas británicas la mitad de la población blanca y un 90% de raza asiática y negra sufren carencias de vitamina D.
Detectar la carencia de esta vitamina es muy simple, pues causa dolor muscular y de huesos e inflamación de muñecas y costillas y, en los casos más graves, podría incidir con mayor gravedad en pacientes con diabetes, tuberculosis, esclerosis múltiple y raquitismo.