En Corea del Sur se está convirtiendo en un grave problema la alta tasa de suicidios que se suceden cada año. Los durante los último años el desarrollo económico ha creado una situación de competitividad absoluta, en la escuela, universidad, trabajo, etc.
Para muchas personas esa competitividad resulta tan agobiante que no pueden soportar la presión y terminan por suicidarse. Se ha creado una mentalidad en la que si no se es el primero, el fracaso resulta vergonzoso.
Para combatir ese gran problema en la sociedad, algunas instituciones han decidido crear escuelas para experimentar la muerte, como el centro de curación Hyowon de Seúl. En ellas los participantes escriben una carta a sus familiares expresando sus sentimientos hacia ellos, carta que más tarde leen a sus compañeros. Luego se hacen una foto que será expuesta en su ficticio funeral y más tarde se introducen en un ataúd donde permanecerán a solas con la luz apagada.
La finalidad de estos cursos es que esas personas que están pensando suicidarse, se replanten su intención y puedan apreciar el significado de la vida, a pesar de las presiones del entorno.