Lo primero que hizo Diana Gómez cuando despertó en el hospital después de haber recibido un disparo durante un robo en el complejo de apartamentos en el que vive fue preguntar por sus hijos. Dos, niñas de 10 y 4 años, habían resultado heridas en el atraco. La dura respuesta la dejó destrozada: su hija menor había fallecido tras recibir asistencia sanitaria.
La hermana de Diana recuerda con gran dolor el momento en el que le tuvieron que comunicar la triste noticia: "Ella no podía hablar, sólo podía llorar. Se podía ver el dolor inmenso en su rostro". La pequeña Ava, de 4 años, murió tras recibir asistencia sanitaria tras el tiroteo mientras Betsy, de 10, resultó gravemente. El más pequeño fue el único que no recibió ningún disparo.
La familia se encontraba descargardo la compra del vehículo a las nueve menos cuarto de la noche frente a su apartamento cuando unos ladrones se les acercaron y le pidieron el bolso a Diana. Tras forcejear, al menos uno de los tres ladrones abrió fuego contra la familia doce veces ante de huir dejando malheridas a Diana y a dos de sus hijas.
Cuando llegó la policía, Gómez estaba centrada en atender a sus hijas. "Ella estaba en modo madre", apuntan desde la oficina del sheriff. "Ella ni siquiera sabía que la habían disparado hasta que alguien se dio cuenta de que tenía sangre en su camisa".
De momento, hay una persona detenida por su posible relación con los hechos. La policía cree que los tres ladrones entraron en el complejo de apartamentos de Gómez a través de una puerta de entrada que llevaba bloqueada meses. Los vecinos, según recoge el Houston Chronicle, afirman que los administradores de la propiedad no habían reemplazado las luces del pequeño aparcamiento donde la familia fue atacada.