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Hemos visto cómo en tan sólo una hora de bombardeos desaparecía un barrio entero de Gaza o cómo también en una hora de supuesto alto el fuego. Los cohetes israelíes sembraban de muerte un mercado cuando la gente hacía la compra. Difícil olvidar también a estos niños asesinados cuando jugaban al fútbol en una playa. Los más pequeños, han sido las principales víctimas de estos 50 días de ataques que no sólo nos dejan el sonido de su dolor por una ofensiva tan descompensada que basta con echar mano de las cifras. Como la de muertos: 2.101 palestinos -casi todos civiles- frente a 70 israelíes -la mayoría soldados. Igual de asimétrica la cifra de heridos: 10.915 palestinos frente a 790 israelíes. Y mejor no hablar de la destrucción de Gaza, se han perdido 17.000 casas y 7.000 edificios. No habrá vuelta al colegio esta semana,con 141 escuelas arrasadas incluyendo las de Naciones Unidas, cuyos carteles azules han dejado de simbolizar que dentro se está a salvo. Y tampoco será sencillo ir al médico: 24 centros de salud han desaparecido. Diez años tardará en recuperarse la Franja.