Hordas de usuarios de todas las edades recorren las calles de sus ciudades para capturar a unas pequeñas criaturas virtuales que se encuentran escondidas.
Tal ha sido la influencia del juego que algunas personas dedican gran parte de su tiempo a la llamada ‘caza de pokémons’. Entre estas personas se encuentra Sophia Pedraza, una profesora privada que ha dejado su trabajo, en el que ganaba más de 2.300 euros al mes, para dedicar más de 18 horas diarias a la búsqueda de pokémons.
Además de la nueva afición que ha descubierto, Sophia ha visto un filón en la caza de los seres virtuales ya que cree que puede hacer un gran negocio.
Según afirmó en una entrevista al diario The Sun, está ganando dinero mediante la venta de cuentas con niveles altos y pokémons difíciles de conseguir a través de Ebay.