Con 8 años, Jack, un niño con autismo, no podía soportar su existencia y lo reflejaba, entre otras cosas, escribiendo notas con duros mensajes a su madre Kerry Linnell. "Desearía que me quemes vivo", "llévame a un volcán y lánzame en la lava" eran algunas de esas frases que su progenitora ha hecho públicas tras su intento de suicidio con unas tijeras. La madre quiere que al caso de su hijo se le dé el tratamiento médico que precisa.
Ahora Jack, aunque ingresado, está desde finales de octubre a la espera de cama en una unidad especializada infantil del Alder Hey Children's Hospital, en Liverpool. Esto significa que no pueden tratarle convenientemente hasta que no esté hospitalizado allí, como recoge el perfil de Facebook en el que se piden firmas para su causa.
Pero la espera de este pequeño es ahora menos dolorosa, tras darse a conocer su caso en las redes sociales son cientos los mensajes de aliento que Jack ha recibido e incluso regalos de personas de todo el mundo que quieren mostrarle su apoyo y comprensión, según publica el diario 'Mirror'. Una terapia que al niño le está viniendo muy bien porque ha vuelto a recuperar la sonrisa perdida.
En su habitación de hospital, Jack también recibe cada día visitas de apoyo, además de sus familiares varios famosos también se han acercado a saludarle. Entre ellos, los jugadores del Liverpool FC Jordan Henderson, Adam Bogdan, Danny Ings y Philippe Coutinho que visitaron a Jack en el Alder Hey Childrens Hospital esta semana después de conocer su triste historia.