La calle grita su propia sentencia en un eco multitudinario que retumba en decenas de ciudades de España. Abucheos, gritos y pitidos ponen el sonido a una condena que les chirría: “Todas las mujeres estamos hoy deshonradas”, aseguran, tras conocerse que los miembros de ‘La Manada’ han sido condenados a nueve años de prisión por abuso sexual y no por violación.
No sólo se concentran, sino que se movilizan para expandir su rabia y sus reivindicaciones. “Me siento violada por los jueces”. “Yo no quiero un país así para mi hija. No quiero una justicia así”, critican.
Protestan unidas, reunidas en defensa, no solo de la víctima de ‘La Manda’, sino por todas. Están cansadas de las excusas, de las explicaciones y del miedo. En una estampida reivindicativa y de denuncia, reiteran que ‘No es no’.