Las transformaciones radicales del rostro humano sucedieron en el instante en que empezaron a surgir las especies del género Homo. El aumento de volumen del cerebro y el cráneo llevaron a una reducción de la superficie de la cara, un transcurso que se desarrolló de manera ininterrumpida durante esa etapa.
El cambio del rostro humano comenzó con el 'Homo habilis' (África) hace unos 2,5 millones de años. El 'Homo sapiens' es el punto más avanzado en esta línea de evolución, ya que, de todos los homínidos, es el que tiene el rostro más pequeño y estrecho. Para detectar estos cambios en el ser humano, los investigadores realizaron una extensa exploración de cientos de cráneos de humanos actuales, primates y homínidos extintos, según publica el portal Actualidad RT.