La industria aguacatera de Nueva Zelanda está en auge, de hecho, este año acaba de alcanzar su récord de ventas alcanzando los 198 millones de dólares, lo cual supone un aumento de 64 millones con respecto a la temporada anterior. Sin embargo, los productores empiezan a verse agobiados por las bandas criminales que realizan los robos, alentados por la gran demanda que existe en torno a este fruto, según ha informado RT.
Los robos más recientes han revelado los eficaces métodos que usan los ladrones para hacerse con ellos: en medio de la noche, colocan mantas o sábanas en el suelo y hacen caer los aguacates del árbol, para llevárselos envueltos, en grandes cantidades. Poco después intentan vender el producto robado a vendedores ambulantes, pequeñas tiendas de alimentación o restaurantes de sushi.
Las autoridades locales explicaron al diario británico 'The Guardian' que han detectado "cierto número de casos" de aguacates robados que se venden a través de Facebook.
Las mismas fuentes confirman que sólo en la primera mitad de 2016 hubo 40 robos de aguacates a gran escala en Nueva Zelanda.