No es por una avería de los aparatos ni por cortes de electricidad, no, sino por una vieja rivalidad política en el sudeste de Europa. El conflicto entre Serbia y Kosovo nos ha robado el tiempo a los europeos. 25 países han sido los perjudicados según ha reconocido la portavoz de la Comisión Europea. El fenómeno se puede explicar porque la frecuencia eléctrica se mueve cada segundo. Si la corriente circula con una frecuencia más alta, los relojes se aceleran pero baja, se retrasan. Esto es exactamente lo que ha pasado. Desde enero, la frecuencia media europea ha pasado de 50 herzios a 49,996 muy poca diferencia pero acumulada en dos meses ha provocado esos 6 minutos de desfase.