Así, el estramonio es una planta que contiene alcaloides tropánicos de forma natural. También se le conoce como floripón, burladora, chamico, hierba del Diablo, hierba hedionda o higuera del infierno.
Se trata de una planta muy difundida en las regiones templadas y tropicales y en ciertos casos las semillas de estramonio aparecen como impurezas en los cultivos agrícolas. Las intoxicaciones por estramonio en las personas no son muy frecuentes y se manifiestan por un síndrome anticolinérgico muy marcado.
Su ingestión puede producir efectos toxicológicos agudos, pero no acumulativos: visión borrosa, midriasis, fotofobia, disminución de las secreciones, sensación disfágica, náuseas, vómitos, vasodilatación, taquicardia, delirio, alucinaciones, parada cardio-respiratoria e, en una cantidad grande, incluso la muerte.
Es más, el estramonio no es difícil de encontrar. Desde la antigüedad el estramonio ha tenido usos mágicos. Las brujas se han valido siempre de ella en la Edad Media dado sus efectos alucinógenos. Esta planta produce un estado de agitación al que le sigue una sensación de sueño para acabar teniendo una resaca parecida a la del alcohol y en muchos casos no se recuerda nada de lo vivido.
Además, esta planta se usa en medicina en pequeñas dosis para calmar el dolor y anestesiar. En el norte de África se consume en infusión como alucinógeno o se fuma. Pero su toxicidad es muy alta y sus efectos duran varios días aunque la dosis sea muy pequeña. Además de alucinaciones, altera la consciencia. Y es fácil consumir una dosis mortal, sobre todo si se mezcla con otras sustancias.
Dos jóvenes fallecieron en Madrid en 2011 por consumir estramonio
En el verano de 2011, dos jóvenes murieron en una fiesta 'rave' en Getafe tras consumir un cóctel explosivo de drogas, alcohol y estramonio. Incluso un tercer chico que participó en la misma fiesta fue llevado al hospital en estado grave. Sus análisis toxicológicos revelaron que habían ingerido drogas como cocaína y speed, alcohol y estramonio.