Jill Collins de 50 años y profesora de niños con necesidades especiales, ha sido suspendida de su empleo después de que trabajadores del centro educativo se percataran de que había llegado a clase “aparentemente bajo la influencia del alcohol”.
Se negó a abandonar la escuela por su propio pie, y la policía tuvo que escoltarla hasta la salida después de que se no se sometiera a una prueba de alcoholemia, según informa Metro. La dirección del centro encontró correos electrónicos en su ordenador que fueron enviados a su pareja con clara connotación sexual, además de encontrar otros correos a páginas para adultos.
La versión de la maestra es opuesta la del centro educativo, y es que, según la profesora su comportamiento se atribuye a la medicación contra la migraña.
La profesora, supuestamente, realizaba búsquedas en páginas de citas durante sus horas de trabajo. Por este motivo, junto a su controvertido comportamiento, Collins fue suspendida de la escuela hasta al menos febrero del próximo año, quién también realizó llamadas “molestas y agresivas” al personal del colegio y padres de alumnos.