La agresión ocurrió el 18 de diciembre de 2005, cuando el hombre, de 49 años y la condenada, que entonces tenía 21 años, acordaron mantener relaciones sexuales por 120 euros. Tras el acto, y después de consumir alguna bebida alcohólica, el hombre impidió que la mujer abandonara el domicilio.
Entonces comenzó una persecución policial que terminó en la cocina. Allí, la condenada asentó 16 cuchilladas al cliente, debido a que este la agarró por el cuello con las dos manos. “La mujer asentó las puñaladas al hombre con ánimo de defenderse y temiendo por su vida, dada la corpulencia del hombre y la violencia empleada por este, si bien la mujer se excedió en la intensidad de los medios empleados para defenderse", recoge la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press.
La hermana del fallecido encontró el cadáver a la mañana siguiente. Por su parte, la joven de origen brasileño y nacionalidad portuguesa abandonó el país. Sin embargo, en octubre de 2016 fue detenida por la policía portuguesa y pasó a disposición judicial.