Poncho es un cocker spanier de 8 años. Fue donado por una familia a la Policía Municipal de Madrid y desde entonces vive pegado a su guía, Javier Ramírez. El hombre le ha entrenado para detectar explosivos en la lucha antiterrorista. Es uno de los pioneros en la utilización de un puntero láser para marcar puntos concretos que el can debe olfatear.
Pero esta semana Poncho se ha hecho famoso en todo el mundo. La Policía Municipal de Madrid colgó en las redes sociales el vídeo de una exhibición del cuerpo, en la que se ve al agente canino practicando una reanimación cardiopulmonar a su dueño, que yace en el suelo después de desplomarse. En realidad esta maniobra no salva vidas. El perro no es capaz de seguir el ritmo, ni medir los latidos del corazón, ni de insuflar aire a los pulmones del humano. Todo forma parte de un espectáculo, aunque sí que sirve para aclarar a niños o ancianos en qué consiste esta maniobra de reanimación, la más utilizada en primeros auxilios.