Los sesenta jóvenes se encontraban disfrutando de unos días en una colonia musical y pasaban un rato en la piscina cuando el socorrista encargado de la instalación prohibió a un joven transgénero la entrada en la pileta con una camiseta puesta.
Según cuenta El Correo, el menor que se encuentra en pleno proceso de transición de género, insistió por pudor en bañarse con la camiseta, alqo que el socorrista se negó a consentir.
Lo que no se esperaba este monitor fue la reacción del resto de compañeros que se pusieron sus camisetas y se lanzaron al agua en solidaridad con su compañero.