Debbie Allmark, de 35 años, recibió hace dos años una noticia que no se imaginaba y que la destrozo: No podría tirarse con paracaídas porque pesaba el doble de lo permitido. Su peso era de 164 kilos, y el máximo permitido son 82, informa el Daily Mail.
“Me avergoncé muchísimo y mi autoestima estaba por los suelos. Siempre había querido saltar en paracaídas”, estas eran las palabras de la protagonista.
Tras recibir esta mala noticia, Debbie no quiso quedarse quieta y decidió perder el peso que fuera suficiente para cumplir su deseo. Acudió a su médico de cabecera. Éste le recetó una dieta estricta que prohíbe totalmente las grasas. Además, la apuntó a un gimnasio.
Al cabo de dos años, Debbie ha conseguido perder los 82 kilos necesarios y el próximo mes de mayo realizará el salto que tanto desea.
Madre de dos niños, ha asegurado que su vida ha cambiado por completo y ha creado una fundación que recaudará fondos para ayudar a las personas con sobrepeso y con problemas de corazón.