Puñetazos y patadas en la cabeza, porrazos en los costados, empujones desde lo alto como si de un saco de patatas se tratara. Así tratan a las ovejas cuando son esquiladas. No encuentran un método más humano para mantenerlas quietas que pegarles y maltratarlas hasta que sangran o yacen despatarradas e indefensas. Las imágenes del vídeo han sido grabadas por PETA durante una investigación sobre el oscuro camino que nos lleva a la lana natural. Además, desmitifica la idea de que la tonsura es algo natural e indoloro.
La investigación de la organización de protección a los animales, muestra lo que ocurre en la mayoría de los criaderos estadounidenses y Australianos, los mayores productores de lana del mundo. Las imágenes revelaron que 70 empleados de estas granjas abusaban regularmente de las ovejas y contra los propietarios han impuesto denuncias penales. Quizá, como sugiere PETA, ahora miraremos de otra manera nuestro precioso jersey de lana.