Con tan solo 39 años, Ricky vive una vida enclaustrado en su cama y sin apenas poder moverse. A causa de su obesidad mórbida, es su mujer quien le atiende y tiene que proporcionarle todos los cuidados como si de un bebé se tratase, pero un bebé de 400 kilos.

Ricky Naputi tras estar en esta situación durante los últimos 5 años de su existencia, ha decidido que no lo soporta más y pide ayuda para que le intervengan quirúrgicamente, y así perder peso. Por eso ha decidido realizar un documental en el que se emita el sufrimiento que tiene que pasar, día tras día.

Uno de los médicos que se entrevistará con él, ha observado que existe un problema de obesidad en el lugar donde vive Ricky, la isla de Guam, perteneciente al territorio estadounidense.

En declaraciones recogidas por el diario Daily Mail, Ricky firma sentirse nervioso; “espero perder unos kilos antes de tener la cita con el médico y así me evalúe positivamente para la operación”

“Necesito que mi vida vuelva a la normalidad. La última vez que salí a la calle por mí mismo fue hace años. Echo de menos la sensación del sentir el sol en mi cara”