El bebé de 18 meses murió a consecuencia de las heridas, el pasado 16 de agosto en la casa, en Mascalucia, de los padres del fallecido, según ha publicado La Repubblica.
El Tribunal finalmente rechazó la imputación más grave a la madre de abandono de menor y ha acordado la suspensión de la condena de cárcel "no habría soportado psicológicamente el proceso".
Así ha explicado el acuerdo entre las partes, tras reconstruir la dinámica de lo ocurrido: "La mujer estaba cerca de su hijo y no lo tenía en brazos, junto al dogo más grande, una perra de ocho años, mientras el otro, un macho de tres se encontraba en el jardín. Ha sido este último inesperadamente sin motivos aparentes se ha lanzado sobre al pequeño".
La madre, veterinaria de profesión, sabía que en estos casos no debía tirar. Intentó muchas veces de hacerle abrir las fauces al animal sin resultado.
Lo hizo al menos unas cinco veces recibiendo mordiscos en los brazos y en los gemelos hasta que el animal lo soltó, pero ya para el pequeño era demasiado tarde.
La Fiscalía ha ordenado que los perros no sean abatidos, al considerar que pueden ser reeducados. Los dos dogos han sido trasladados a un refugios para animales.