La capital andaluza ha vuelto a registrar estos días temperaturas superiores a los 40 grados centígrados. Un ambiente que ha obligado a las autoridades a elevar la aleta de amarillo a naranja.
Con este asfixiante calor, hasta los animales buscan estrategias para esquivar las consecuencias de la canícula que en muchos casos llega a ser mortal.
Por eso no es extraño que un perro buscase refugio térmico en el agua de un estanque público. Allí permaneció atrapado hasta que agentes de Protección Civil de Sevilla lo rescataron y trasladaron a dependencias municipales para que fuera atendido.