El teléfono del servicio de emergencias de Estados Unidos recibió el pasado miércoles 9 de mayo la llamada de un hombre en la que se aseguraba que había recibido un disparo en la pierna por su propio perro. El suceso ocurrió cuando Richard Remme, un hombre de 51 años de Iowa, se encontraba jugando con su mascota.
Según ha informado el periódico New York Post, el animal logró desenganchar la pistola que el hombre tenía enganchada a su cintura sin que el amo se diese cuenta. Al no estar activado el modo de seguridad del arma, el perro enganchó su pata en el gatillo y fortuitamente disparó con tan mala suerte que la bala impactó en la pierna del hombre.
Ha sido él mismo quien ha concedido una pequeña entrevista donde ha relatado, una vez ya recuperado, cómo sucedió el accidente: "Estábamos en el sofá jugando, él se tiró en mi regazo y comenzó a saltar sobre mis piernas. Al parecer, en uno de los saltos fue cuando disparó".
En la charla con el periódico, Richard Remme ha asegurado que en ese mismo momento su mascota se aproximó sobre la herida que le había causado y comenzó a llorar: "Pensó que se había metido en problemas por haber hecho algo mal". Al ver que la bala había impactado en su extremidad, el estadounidense llamó al servicio de emergencias pidiendo una ambulancia ya que su perro le había disparado.
Los policías del condado también han concedido unas breves palabras comentando lo sucedido: "He llegado a ver que las pistolas se caigan al suelo y disparen solas pero nunca antes había escuchado una historia en la que estuviese involucrado un perro".
Nada más ser trasladado al hospital, Richard Remme fue atendido y dado de alta aunque todavía tendrá que acudir al centro para que le retiren la bala de su pierna.