Quería demostrar que su vida estaba en peligro y fingió su muerte. El periodista ruso crítico con el Kremlin, Arkadi Babchenko, ha explicado cómo se alió con las autoridades ucranianas para realizar el montaje de su propia muerte. Con todo lujo de detalles, en rueda de prensa, ha explicado la gran estafa: cómo fingió su propio asesinato para resucitar horas después.
Ha contado cómo se puso una camiseta previamente tiroteada sobre un muñeco. Fue en su apartamento, se tiró al suelo como si le hubieran disparado y un maquillador simuló las heridas de bala y para dar más realismo se echó por encima sangre de cerdo. Luego, se hizo el muerto. Los médicos que estaban compinchados incluso le intentaron reanimar pero, claro, sin éxito. Certificaron entonces su deceso antes de acabar en la morgue donde resucitó. "En la morgue me lavé la sangre de cerdo y vi por la tele el gran tipo que había sido", asegura Arkadi que también ha pedido disculpas a su familia, especialmente a su mujer.
A pesar de las críticas de los colegios de periodistas, él responde que no tenía otra opción que lo hizo para sobrevivir después de conocer un plan ruso para matarle. Algo que Moscú niega.