Andrew Taylor decidió poner fin a su adicción a la comida y el 1 de enero de este año dejó de comer de todo menos patatas. Para que su aventura culinaria y de vida sirviese a otras personas, Andrew decidió compartir su proceso de renovación en Facebook.
Cuenta este joven australiano que tenía depresión clínica y comer patatas le ayudó de verdad. Antes de su renovación culinaria, Andrew se pasaba los días bebiendo gaseosa y comiendo fritos, helados, tartas, chocolate y pizza. "Me di cuenta que era un adicto a la comida y cuando pensé qué tipo de alimento debía consumir, las patatas me convencieron más”, relata al portal de noticias australiano News.
El cambio le ha resultado muy gratificante, ha bajado 52 kilos pasando de pesar 151 a 99. Además, ya no toma antidepresivos y siente que está realmente mejor. Ahora, empezará a incluir otro alimentos. De hecho, para Año Nuevo, Taylor será el anfitrión de una cena donde comerá algo diferente aunque confiesa que estaría muy feliz comiendo solo patatas.