Tras la denuncia de la madre al ver que no le devolvía el niño después de la visita del fin de semana, la policía organizó la búsqueda hasta dar con el padre en un hostal de A Coruña. Cuando lo interrogaron el hombre no confesó en el momento. De hecho pasaron horas hasta que la policía consiguió que reconociera lo que había hecho con su hijo. Después fue el padre el que les llevó hasta el bosque, un eucaliptal del lugar de A Barra, en la parroquia de Rodeiro, en el que había abandonado el cuerpo sin vida del niño.
La pareja llevaba siete años separada y compartiendo las visitas del pequeño, aparentemente sin problemas. El hombre fue condenado por coacciones en 2009 y denunciado en 2013 por amenazas en redes.
El detenido no tenía problemas psiquiátricos, es su hermano el que ha estado en un centro para tratarse. El presunto parricida no está previsto que pase a disposición judicial antes de mañana. Es un vecino del barrio coruñés de Labañou, nacido en 1974 y que ha sido identificado con las iniciales M. J. M. M. Según el alcalde de Oza, Pablo González, el padre del niño tiene vinculación con el municipio. El pequeño era alumno del Colegio San Francisco Javier de A Coruña. El concello ha declarado dos días de luto oficial.