En declaraciones a los presentadores del canal británico ITV, Phillip Schofield y Holly Willoughby, recogidas por The Sun, Mason afirmó sobre su físico actual: "Es horrible. Me siento como si estuviera todavía atrapado, con este exceso de piel".
Con una descarnada sinceridad, ha descrito ante los periodista las sensaciones que experimenta cuando se mueve, "Me duele, el exceso de mi piel de más de 50 kilos es demasiado, es terrible, sobre todo el pedazo de alrededor de la barriga. Ya que, debido al peso de la misma, cuando me muevo se divide en partes por debajo y por los lados de mi cintura".
Pero su lucha ahora es conseguir que el Servicio Nacional de Salud británico vuelva a gastarse en él los casi 40.000l euros que cuesta practicarle una intervención conocida como dermolipectomía y que consiste en extirpar la piel y la grasa sobrantes tras un proceso de adelgazamiento.
Pero ellos no lo tienen tan claro después de haber invertido en el tramiento de Mason casi 800.000 euros. Ahora le exigen que se mantega en su peso actual de 165 kilos por lo menos hasta 2015 y, a partir de ese momento considerarán la posibilidad de retirarle el exceso de piel.
En un comunicado hecho público por el Servicio Nacional de Salud, el organismo aclara que "antes de someter a un paciente a una operación es importante considerar todas las opciones teniendo en cuenta los intereses de ese paciente en casos como éste. Además, el Servicio Nacional de Salud de Suffulk está integrado por un grupo de profesionales, incluyendo a los médicos especialistas, que deciden si el paciente debe somerse a tal operación".
Pero la petición de este cartero de 51 años no ha gustado a muchos. Algunos críticos con Paul Mason piden que no se le priorice frente a otros pacientes. Afirman que debería esperar su turno para someterse a la intervención y demostrar que es un candidato adecuado para la misma.