Según rrp.pe, la pareja de estafadores disfrutaban del dinero de sus víctimas y se permitían una vida de lujos, que exhibían en sus redes sociales como Twitter. Viajes a California, Hawaii, Nueva York, cenas en exclusivos restaurantes y compras en tiendas de lujo son solo algunos de los hábitos que el dinero ajeno les facilitaba.
La investigación de los fiscales determinó que la pareja comenzó a estafar en 2014. Su ‘modus operandi’ comenzaba generando un vínculo con las víctimas; luego robaban su información personal y solicitaban tarjetas American Express que eran enviadas a direcciones de casas vacías, donde luego las recogían. En esos lugares, las autoridades encontraron varios móviles, un codificador de tarjetas de crédito y varias prendas que luego eran vendidas a través de un negocio por Internet que tenía Pérez-González.
La modelo era una asidua usuaria de redes sociales, donde solía subir imágenes mostrando su figura. Tras conocerse el escándalo, su cuenta de Facebook fue desactivada y también la de su negocio.