Michael Hohl y Amber Maxwell, una pareja del estado estadounidense de Utah, se disponía a volar para Costa Rica, país en el que iban a contraer matrimonio. El viaje lo iban a realizar junto con amigos y familiares, ya que todos se disponían a pasar unos días de celebración en el país centroamericano.
El problema vino cuando la pareja se percató de que había una persona durmiendo en sus asientos, según recoge Daily News en declaraciones que ambos realizaron a la televisión local KHOU. Debido a lo cual se desplazaron tres filas adelante para poder tomar el vuelo sin problema.
Sin saberlo ellos, esas filas tienen un precio superior al que habían pagado por las suyas, por lo que una auxiliar del vuelo pidió a la pareja que volviese a sus asientos, pero estos seguían ocupados. Según su versión, por ese motivo, un miembro de United Airlines pidió a Michael y a Amber que abandonasen el avión, cosa que según indican hicieron de manera ordenada.
Aunque la compañía aérea tiene otra versión diferente, y es que han asegurado que “estos pasajeros intentaron en repetidas ocasiones sentarse en asientos mejores que los que habían comprado. Además no siguieron las indicaciones de la tripulación para regresar a sus asientos”. Eso sí, también han explicado que “nos hemos puesto en contacto con la pareja y les hemos ofrecido un nuevo vuelo”.