En plena lucha por la custodia de su hija, la pequeña de cuatro años apareció muerta tras caer por un precipicio. Eso ocurría en el año 2000, desde entonces la madre de la Lauren Sarene Key no ha parado hasta conseguir que a su ex y padre de la menor se le juzgase por asesinato en primer grado, lo que supondría la cadena perpetua.
Tras quince años, con dos juicios cuyos jurados se quedaron con un veredicto de culpabilidad estancado, esta vez podría hacerse justicia para Lauren y su familia, apunta el abogado de la madre, según recoge el diario Mirror.
En esta ocasión, el juez ha encontrado que Cameron es culpable de asesinato en primer grado por empujar a su hija al vacío desde un acantilado. El próximo 19 de junio, el jurado dará a conocer su veredicto y todo apunta a que el padre se enfrentará a la cadena perpetua.