Isabel Pérez tiene 47 años y un grave problema de visión. Tras varias noches sin dormir, respira más tranquila. Han paralizado su desahucio. Debía 4.000 euros del alquiler. Su situación no era fácil porque la casa de donde la echaban era de sus padres. Según Isabel, fue víctima de una presunta estafa y acabó vendiéndole la vivienda a un prestamista sin recibir nada a cambio. Durante estos días complicados, ella no ha estado sola. Ha contado con el apoyo del sacerdote Joaquín, miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y de otros muchos compañeros. A la buena noticia de Isabel, se suma la de Mª Jesús. Ella y su marido están en el paro. Tienen dos hijos. Iban a ser desahuciados y hoy han conseguido la dación en pago de su piso.