Una subasta solidaria ha recaudado 61.000€ por una butaca de acompañante de hospital. Una de ésas incómodas, en las que apenas se puede descansar, y en la que tantos momentos malos se viven cuando se acompaña a un enfermo. Es la silla que representa la fortaleza de los padres de los niños con cáncer. Y todo lo que se ha pagado por ella irá destinado a la Fundación Aladina contra el cáncer infantil. La ha comprado un donante anónimo y otra mujer, la madre del futbolista Morata, ha querido donar otros treinta mil euros por ella.