Así ha sido el relato de dos de los testigos que han desfilado ante el juez Hermenegildo Barrera, a instancias de la defensa de Andrés, el abogado Ramón Muñoz. Las declaraciones se sitúan totalmente al otro extremo de las que se produjeron el pasado viernes en la que varios progenitores confirmaron los abusos que sufrieron sus hijas.
Tanto Muñoz como el letrado Jesús Mandri, que lleva la defensa del exdirector y del jefe de estudios --también imputados en la causa--, han salido satisfechos de las comparecencias, dado que los padres habrían hablado acerca de la normalidad de la relación de Andrés con sus alumnas y de que no vieron nada raro, ni en el colegio ni en la academia de música.
El abogado de Andrés ha destacado que estos padres asistieron a las barbacoas que su cliente solía hacer en un chalet de la sierra, un lugar en el que según las acusaciones habría abusado de algunas niñas del colegio.
"Resulta sorprendente que en estas fiestas donde había hasta 30 personas y en la que tenía que atender a todo el mundo tuviera tiempo de abusar. Es impresionante. No era un chalet gigante, sino una parcela pequeña en la que se observa todo", ha aseverado el letrado a las puertas de Plaza de Castilla.
Ante el juez, una de las madres ha destacado que sus hijos estaban "muy contentos" con Andrés como profesor de Filosofía. "Yo a mi hija la pregunté si había escuchado algo de lo que se hablaba y me dijo que jamás", ha señalado.
Las declaraciones continuarán el próximo jueves con las comparecencias de otras dos alumnas. Por ahora, han testificado un total de 17 chicas, de las que quince habrían confirmado los presuntos tocamientos.