Fue la Jefatura Superior de Baleares de la que informó de los hechos a través de una nota de prensa. Así, tal y como indicaron, el bebé de dos meses tuvo que ingresar en la unidad de urgencias pediátricas del hospital de Manacor el pasado jueves. Todo tras ser llevado por su madre al PAC de Manacor porque quería que le curaran varios hematomas que presentaba en el cuerpo.
Los médicos que atendieron al bebé, al observar que los múltiples hematomas que presentaba eran compatibles con posibles golpes y mordeduras, activaron el protocolo de malos tratos y avisaron a la Policía Nacional tras hacer el pertinente parte judicial.
Al llegar los agentes al hospital, ellos también observaron esos hematomas y mordiscos que tenía el pequeño en el brazo derecho a la altura del codo, en el brazo izquierdo a la altura del tríceps, en la parte superior de la espalada y un pequeño hematoma de un centímetro en la frente. Además, el personal sanitario apuntó en el informe de que las lesiones eran compatibles con mordeduras humanas.
Por ello, y al no poder explicar los padres los hechos, fueron detenidos y pasaron a disposición judicial.