Cuando el padre Miguel y la hermana Juliana fueron repatriados, en Liberia quedaron aislados cinco compañeros suyos, tres enfermos de ébola y otros dos cuidando de ellos. La hermana Catherine pedía que no les abandonasen. Al día siguiente de la repatriación, Chantall, una de las enfermas, en una conversación con Noticias Cuatro reclamaba ayuda desolada. Dos días después, murió. George estuvo atendiendo a Chantall, pero él también empeoró y el lunes perdió la batalla. La única superviviente del grupo con el virus es Paciencia, que ayer nos contaba por teléfono que seguía aislada medicándose con pastillas que ni sabía lo que eran. Hace solo unos minutos, en otra conversación con Noticias Cuatro, lamentaba la muerte del padre Pajares. El aislamiento de los enfermos continúa mientras la cifra de muertos por este brote de ébola sigue aumentando. Hay 1013 fallecidos, según la OMS que mantiene la alerta internacional. La esperanza de los enfermos es el suero experimental que Estados Unidos ya ha enviado a África.