En la ciudad de Durango, en Colorado, un oso se convirtió en recluso al colarse en una prisión local, según informa Kob 4. Al parecer, trepó por el muro y cruzó el alambre de púas, colocado para impedir que los presos escapen. Según declaró el sargento de la Oficina del Sheriff, Dan Bender, “era un oso realmente grande”.
Cuando los funcionaros se dieron cuenta de que el animal se había colado en el recinto, intentaron hacer que se marchara desbloqueando las puertas a distancia, pero nada servía. También trataron asustarle para que saliera corriendo pero acabó subiéndose a un árbol para esconderse.
Finalmente, consiguieron hacer que el animal saliera del territorio y, según han informado las autoridades locales, se dirigió hacia unas colinas que se encontraban cerca del lugar. Como recuerdo de este curioso incidente, queda el pelo del oso enganchado en las púas de la prisión de cuando intentaba traspasar el muro.
Los expertos de Bear dicen que el número de conflictos entre osos y humanos en la zona se ha disparado este verano. "Si permanece seco como este, creo que estamos en un verano difícil para los osos", dijo Joe Lewandowski, un portavoz de Colorado Parks and Wildlife en Durango. "Tenemos robos en las casas, justo desde ayer, ha habido tres osos que han tenido que ser colocados en el área de Durango porque se han metido en casas".