Entre los migrantes que han llegado hay dos embarazadas. El responsable de la Unidad de Emergencias de la Cruz Roja española, Íñigo Vila, ha explicado que tienen, en general, un buen estado de salud pero que realizarán un triaje para asegurarlo.
Después pasarán a un área de descanso dentro del Puerto, en la que se les entregarán artículos de higiene, vestuario, comida y bebida y se les informará de los próximos pasos, con la intención de rebajar su "ansiedad e incertidumbre" sobre qué les ocurrirá las próximas horas y semanas.
Tras descansar, el Cuerpo Nacional de Policía --con cerca de una decena de vehículos-- realizará la reseña habitual de fronteras de los migrantes.
El responsable de la Cruz Roja ---entidad que coordina la acogida-- ha explicado que preguntarán por las redes familiares y de amistades de los rescatados en el Mediterráneo para tratar de reagruparlos y saber si su voluntad es quedarse en Cataluña o trasladarse a otra parte de España.
La cincuentena de hombres rescatados serán acogidos en la Residencia Joaquim Blume de Esplugues de Llobregat (Barcelona), mientras que las cinco mujeres irán a un centro de la capital catalana y los cinco menores --tres no acompañados-- serán atendidos por la Dirección General de Atención de Infancia y la Adolescencia (Dgaia).
Preguntado por si prestarán atención psicológica a los migrantes ya en el Puerto, ha destacado que no quieren "agobiar" en la primera acogida, sino que se sientan cómodos a su llegada, y después conocer su situación y sus historias.
En los primeros seis meses de 2018 han llegado a España 16.000 personas, cuando en todo 2017 llegaron 24.000, y que en junio se han registrado 4.867 llegadas, multiplicando por ocho los del Aquarius.