El pequeño ingresó hace diez días, tras confirmarse que sufría la enfermedad, de la que no estaba vacunado y de la que no se producía ningún caso en España desde 1987.
Los sanitarios están a la espera de la respuesta del niño al tratamiento, una medicación antitoxinas que ha tenido que importarse de Rusia debido a que ningún país europeo contaba con reservas.
Precisamente este lunes, las autoridades de salud de Cataluña han informado de que otros 8 menores tienen la bacteria de la difteria pero no han desarrolado la enfermedad porque estaban vacunados.