Un grupo de espectadores estaba viendo un espectáculo de cetrería cuando, en el momento estelar del águila audaz, ésta se desvió de su camino y fue directa hacia un niño de siete años que se hallaba entre el público. Con sus garras, el animal trató de llevarse al pequeño, como suelen hacer con sus presas.
Acto seguido, el espectador fue llevado a un hospital cercano donde le curaron un rasguño que el animal le había hecho en la cabeza. Las águilas tienen mucha fuerza en las garras y, de haber agarrado de otra forma al niño, este suceso podría haber terminado en tragedia.
Según algunos testigos entrevistados por el diario 'The Independent', el niño pudo atraer al animal por el ruido, ya que estaba subiendo y bajando la cremallera de su chaqueta. Por su parte, los adiestradores han asegurado que nunca antes había sucedido un hecho similar.