El niño había conducido durante 10 kilómetros en dirección a la casa de su abuela por una carretera del sureste de Noruega, cuando el conductor del quitanieves vio un coche atrapado en una zanja, según ha publicado el portal MSNNews.
La policía de Vestoppland cree que el niño respondió a un impulso cuando se despertó la pasada noche y al ver que su hermana también estaba despierta "decidió llevarla a dar un paseo".
El improvisado chófer le dijo al conductor del quitanieves que estaban en su camino a casa de su abuela, a unos 30 kilómetros de distancia.
También contó que era un enano que había caído en la zanja al hacer un giro para regresar a casa a buscar el carné de conducir.
El niño y su hermana de 18 meses, que estaba sentada en el asiento del pasajero sin cinturón de seguridad no sufrieron daño alguno y la policía los devolvió a sus padres.