Un juego de niños, realizado en el patio de un colegio de Bristol (Inglaterra), podría acabar en un injerto de piel. Los compañeros de Ellie Prescott, de 14 años, aprovecharon el recreo para continuar con ‘El Desafío del Desodorante’ sin saber que la siguiente víctima iba a padecer serias consecuencias.
Este desafío consiste en rociar a la persona con desodorante para descubrir quién soporta más tiempo, pero los jóvenes desconocían los peligros que conlleva. Tal es así, que vaciaron el desodorante en espray en el brazo derecho de la niña a corta distancia provocándole quemaduras de segundo grado y ampollas.
Ha sido la madre de Ellie, Jamie Prescott, quien ha denunciado este suceso para advertir a las escuelas. “Esta práctica parece bastante común, muchas personas me han enseñado sus heridas después de hacerlo”, aseguró Jamie en una declaración recogida por Daily Mail.
“Cuando le pidieron que extendiera su brazo, lo hizo, pero no tenía ni idea de las consecuencias y ni siquiera había oído hablar de ‘El Desafío del Desodorante’ antes de que ocurriera esto”, sostuvo Jamie, quien también declaró que su hija todavía tiene que visitar a las enfermeras.
Tres semanas después del accidente, Ellie “todavía llora en exceso” y no se descarta que necesite un injerto de piel.